Ciclo de Semimontados de Dramaturgias Cruzadas Goethe Instituto

 

La Alianza Francesa presenta hoy lunes y mañana martes "Intrusión", una pieza del dramaturgo francés Frédéric Sonntag con dirección del argentino Joaquín Bonet.

Por María Forges

Las prácticas teatrales cruzadas, ganan día a día terreno en un ámbito  en permanente investigación y experimentación. Los intercambios surgidos del cruce  postulan por un lado experiencias fructíferas y nuevas y por otro demuestran que algo del orden de la teatralidad, la dramaticidad y la puesta es universal toda vez que trasciende no sólo lenguas sino modos de producción. Puesta en Escena dialogó con Frédéric Sonntag, dramaturgo de la pieza “Intrusión” y con su director en Argentina, Joaquín Bonet, sobre esta práctica auspiciosa para la escena.

“Intrusión” narra la historia de dos parejas  que se reúnen en una casa de las afueras de la ciudad.  Todos con el deseo manifiesto de aislarse de la cosa mundana. La  tranquilidad  buscada pronto es  trastornada por el descubrimiento de una muchacha muda e indiferente. Esta intrusa enigmática desatará  conflictos entre estos jóvenes, hasta sacar de ellos lo peor, cierta violencia que escondida aflora a la hora de enfrentar aquello desconido.

“Intrusión” representa, a puertas cerradas, a cuatro personajes que experimentan la pérdida de sí-mismos ante un otro incierto.

-La idea de interculturalidad está presente  en este trabajo toda vez, que haya sido escrito a dos o a cuatro manos, conlleva un proceso de traducción que es en sí mismo una re-escritura y a la vez como toda traducción conlleva una pérdida. En este sentido ¿se puede pensar en un eje cultura hegemónica /cultura periférica o ese eje experimenta un corrimiento cuando se entrecruzan las prácticas escriturarias y estéticas de este modo? Y en caso de que se sostenga la noción centro/periferia, en dónde Francia es el centro ¿se puede pensar en Buenos Aires como el núcleo de esa periferia, lo que de algún modo lo vuelve central?

Joaquín Bonet- No, prefiero pensar centro o periferia en términos de posibilidades para el desarrollo del trabajo y no por una imposición de una cultura sobre otra. Supongo que esta pregunta aplica mejor en el caso de las obras escritas por dos autores de diferentes países.

Frédéric Sonntag- No estoy seguro de haber entendido muy bien la parte de la pregunta que se refiere al centro y a la periferia. Lo que quiero precisar, de antemano, es que, en mi propio caso, hay muy poco trabajo de “dramaturgia cruzada” como en el caso de los autores alemanes o suizos, por ejemplo. La cuestión de la interculturalidad me parece haber sido (según lo que pude entender) una de las materias de reflexión en las obras de escrituras a cuatro manos, pero en este caso, la obra estaba ya escrita y esa cuestión no era una puesta narrativa. Sin embargo, hay por cierto la confrontación de un texto (francés) a una practica teatral (argentina) que pertenece a otro contexto cultural (argentino) que el del texto mismo (francés) pero, para terminar, no pienso que esta confrontación sea más problemática o compleja que lo que produciría un texto y una puesta en escena que pertenecería al mismo contexto cultural. Me explico: un director francés podría dirigirla muy mal así como un director extranjero podría dirigirla muy bien. O sea, no pienso en “interculturalidad” cuando me refiero a la dirección de mi texto por un director argentino. Cuando asista al semi-montado, estaré tal vez confrontado a esta cuestión. Pero pienso que la obra no se asienta en término cultural. De hecho, no hay mucha o muy poca dimensión cultural: ningún contexto social o económico, por ejemplo, está presente y que podría llevar a preguntarse de lo que significa su receptividad en un contexto completamente diferente. Su dimensión de cuento y su simplicidad, le permite ir más allá, me parece, del contexto cultural. 

 

-¿Qué tan arduo o sencillo fue el trabajo creativo?

J.B.-Arduo por el tipo de diseño de producción. Lograr asimilar una obra compleja en poco tiempo exige un mayor esfuerzo. Al mismo tiempo, fue muy placentero ya que el material es muy interesante. Y participar del ciclo nos entusiasma. El apoyo que tuvimos de la Alianza Francesa fue muy importante.

F.S.-Difícil de contestar. La cuestión es inherente al trabajo de dramaturgia cruzada al cual no participé

-¿La idea de semimontado era una premisa de base o fue una opción por tratarse de justamente de prácticas cruzadas e interculturales?

J.B.- Creo que esta es una pregunta que puede responder mejor el curador del ciclo.

F.S.- El semimontado es un proceso creado para tratar de dar a conocer de la mejor manera los textos. Es una toma de decisión inherente a ese tipo de manifestación y no una opción elegida en base a esta experiencia intercultural.

 

-EL texto da cuenta de un tópico habitual pero no por ello menos actual: “la otredad”. El otro funciona como espejo retrovertido de angustias, miedos, violencias, iras, neurosis, etc. y el modo en que se manifiesta no siempre es concreto. Puede ser un sujeto “real” o un espectro, pero la joven del texto parece reunir las dos condiciones. Por un lado no hay reacción ante la violencia, como si estuviera muerta o no existiera y por otro es capaz de seguir a capela una canción que reconoce en la radio.  Lo que en la lectura parece una operación narrativa, en la representación alcanza otros ribetes. ¿Hay una pretensión de abordar el fantástico o de hacer una puesta mimética con ribetes existencialistas?

J.B.- No. Mi preocupación mayor es poner el texto en acción para que este problema sea vivencial en el espectador y él pueda construir el sentido a partir de su propia experiencia con la obra. Por supuesto el montaje supone una orientación, pero en este caso se trata de ampliar los sentidos para que eso que has denominado “la otredad” se manifieste en la mayor diversidad posible, lo cual creo que es el planteo de la obra.

F.S.- Si la dimensión fantasmal de la joven mujer está sin ninguna duda presente, así como su dimensión (equivalente a un cierto punto) de imagen mental, es solo a través su dimensión metafórica, en el sentido que puede producir. Para mi es más que concreta y es la dimensión concreta de su presencia justamente que es problemática (si se establece que es un fantasma, la obra se vuelve muy poco interesante) porque es desde ese momento en el cual empiezan los problemas.

La obra retoma el esquema de una película de horror (scary movie), unos jóvenes que se alejan de todo y que se encierran en una casa para ser confrontados a un elemento perturbador (en las películas es casi siempre un serial killer). Me divierto al tomar este esquema de ficción dominante y muy presente en nuestro imaginario para pervertirlo, desviarlo porque el elemento perturbador no tiene, en mi obra, nada de aterrorizador. Es una joven mujer, frágil, que no puede tener nada de aterrorizador porque no hace o no dice nada. Lo que resulta aterrorizador o inquietante, es su presencia, es ese cuerpo que está de más y que no es “yo”. Es la alteridad como principio que es perturbadora porque me cuestiona por el simple hecho de estar presente (y de ser otro). Pero, por otro lado, aparte de tomar sentido como figura de la alteridad, de ser problemática por el simple hecho de ser “otro”, se vuelve problemática, en un segundo tiempo, por el vacío de su presencia. Lo que se vuelve aterrorizador e inaceptable es “su forma de vida”. Porque ella vive (no se puede negar) pero dependiente de la generosidad de los demás (come pero solo porque se le da de comer), que es, de esa manera, una especie de parásito, y que si no se le diera de comer, se dejaría morir (lo que es un problema porque ¿es aceptable? ¿Tenemos que dejarla morir si es lo que quiere?). En ese sentido, la joven mujer viene a poner en cuestión nuestra existencia en cuanto a ser humano. ¿Que es lo que define un ser humano? ¿Puede ser ella definida como ser humano? ¿No sería más bien una especia de animal? ¿Qué es lo que distingue el hombre del animal? ¿Si la matamos (como sucede al final), matamos a un animal o a un ser humano?

Pero tal vez, lo que muere al final nos es otra cosa que un ser maléfico (y nos encaminamos así, hacia una dimensión fantástica de la obra), una especie de vampiro que logró vampirizar los demás personajes, a hipnotizarlos, a fascinarlos. Y me gusta que la obra pueda ser mirada o leída de esa manera, como una simple historia de horror. Lo que es, para mí, particularmente interesante con esa obra, es que es de una simplicidad muy grande en su esquema narrativo pero que produce (lo pienso y lo espero) diversas claves de lectura, múltiples interpretaciones y cuestionamientos (y es la meta).

  

-Muchas gracias.

 

Recordamos que “Intrusión” puede verse hoy lunes 13 y mañana, martes 14 de septiembre a las 20hs. en el Espacio Callejón: Humahuaca 3759.

Reservas: 4862-1167

Entrada: $15. Capacidad Limitada

Más info del Ciclo en : http://www.goethe.de/ins/ar/bue/esindex.htm

F. Sonntag: http://www.asanisimasa.net/fredericsonntag/accueil.html

ENCUENTROS EN CONSTITUCIÓN, de Guillaume Vincent, dirigida por Mateo Chiarino.