Trasmutador todo terreno



Osqui Guzmán vuelve con su mágica versión del Bululú de José María Vilches, a quien no sólo resucita con justicia, sino que nutre con su propia historia.

Por Mariu Serrano

Como esta obra, él mismo está hecho de retazos, y nos invita a un viaje por sus experiencias, su infancia de hijo de costureros venidos de Bolivia, y su definitorio encuentro con el Siglo de Oro. Conjuga sus raíces argentinas con su herencia del altiplano y su idolatría por el olvidado arte de los juglares y los transformistas.

Un par de paneles y un par de baúles son toda la escenografía necesaria, el ingrediente fundamental lo porta su propio cuerpo, que entre constantes cambios de vestuario y encarnación de máscaras, se convierte por completo en instantes. Podemos imaginar la misma obra, hoy en la suntuosa sala del Picadero, reproducida siglos atrás en un corralón o en cualquier plaza, surtiendo un efecto igual de contundente. Entremeses, loas, romances, pantomimas, copetines, coqueteos, serán hilados con la narración personal donde aparece el hombre detrás del actor, que se desenvuelve con la misma veracidad que esos personajes extraños, traídos de tierra ibérica de la mano los inextinguibles Quevedo, Lorca, Lope y Cervantes.

Podría haberle salido mal y ser un revoltijo de poesías ¿??, incomprensible para cualquiera que no fuese letrado o estudiante de teatro. Felizmente, logró todo lo contrario: nos acerca ese mundo del castellano clásico y sus personajes arquetípicos, hijos adoptivos de la commedia dell’arte, de una manera coloquial y accesible, en la que se aprecian tanto la belleza de la métrica como su destreza física. Resulta fascinante verlo mudar: aquí un, allí una voluptuosa promiscua, aquí un mano a mano de charlatanes, allí un llanto de copla, aquí un soberbio galán. Guzmán no da respiro, incluso en el momento más dramático de la obra condensa un nivel de energía que no permite dispersión alguna por parte del público.

A modo de conclusión, diré que si piensan ir a verlo, preparen sus manos para que ardan de aplaudir.

 

Ficha Artística/técnica:

Autor: José María Viches. Versión de Leticia González de Lellis y Osqui Guzmán
Interpretado por: Osqui Guzmán
Dirección: Mauricio Dayub
Asistencia de dirección y producción: Leticia González de Lellis
Fotografía: Hernán Succatti
Diseño de movimiento: Pablo Rotemberg
Vestuario: Gabriela Aurora Fernández
Realización de vestuario: Patricio Delgado
Iluminación Adrián Cintioli

Funciones: Lunes a las 21 hasta el 31/08/2015

Teatro El Picadero
Pasaje Enrique Santos Discépolo 1857 (mapa)
Ciudad de Buenos Aires

5199-5793

Ceremonia – Circo Negro- por Teresa Gatto